Bocadillos espirituales para vivir el Tiempo Ordinario: Viernes de la 14 a. Semana – Ciclo A

“Dijo Jesús a sus discípulos: “Miren que yo los envío como ovejas en medio de lobos; por eso, sean astutos como serpientes y sencillos como palomas. Pero, no se fíen de la gente, porque los entregarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas y los harán comparecer ante los gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos”. (Mt 10,16-23)

¿Qué tiene de especial el cristianismo?
Hasta donde llega mi experiencia, es la única religión perseguida.
Diera la impresión de ser la única religión que estorba y preocupa.
¿Alguien persigue al Budismo?
¿Alguien persigue al Mahometismo?
¿Alguien persigue al Hinduismo?

¿Será que la única religión peligrosa para el mundo es el cristianismo?
¿Será que la única religión que pone en riesgo nuestras vidas es el cristianismo?
Tiene que haber algo especial en Jesús para perseguirlo hasta crucificarlo.
Tiene que haber algo especial en el Evangelio que crea problemas para que nos persigan.
Nadie persigue a los paganos, por ser paganos.
Nadie persigue a los incrédulos por ser incrédulos.
Nadie persigue a los agnósticos, por serlo.
Nadie persigue a los ateos por ser ateos.
Y sin embargo, creer en Jesús es comprarse la persecución.
Creer en el Dios del Evangelio es ganarse la persecución.
Creer en el Dios de Jesús es ganarse el carné de mártir.

Jesús muy claro hablando con los suyos:
“los envío como ovejas entre lobos”.
“os entregarán a los tribunales”,
“os azotarán en las sinagogas”.
“os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa”.

Más claro no podía hablar.
Y esto nos está diciendo que:
Seguir a Jesús, crea problemas a los demás.
Seguir al Evangelio, es un problema para el mundo.
Creer en el Dios de Jesús, es un riesgo para el mundo.
Y Jesús no lo disimula.
Y Jesús lo dice claro antes de que tomemos nuestra decisión.
Por eso, tampoco obliga, sino que siempre lo hace como invitación.
“El que quiera seguirme”.
Y El puede decirlo, porque fue precisamente El, el primero:
en ser rechazado,
ser juzgado,
ser sentenciado y
ser crucificado.

Hay algo en la fe en el Dios de Jesús que la hace diferente al resto.
Hay algo en el Evangelio de Jesús, que lo hace distinto al resto.
Hay algo en el seguimiento de Jesús, que nos hace distintos a los demás.
Hay algo en la Iglesia, que la hace distinta al resto de religiones.

Y ese algo implica:
Vivir como sencillas ovejas entre lobos.
Vivir como creyentes que incomodan.
Vivir como creyentes que causan conflictos.
Vivir como creyentes que causan preocupaciones.

Jesús vivió constantemente entre lobos.
Jesús vivió constantemente creando problemas.
Jesús vivió constantemente perseguido.

Decir que las demás religiones son falsas, no me parece digno.
Decir que solo en el cristianismo existe la verdad, me parece falso.
Lo que sí creo que es verdadero es que:
Ser cristiano nos obliga a cambiar.
Ser cristiano nos obliga a ser diferentes.
Ser cristiano nos obliga a cuestionar demasiadas cosas.
Ser cristiano nos obliga a poner en juego el resto de estilos de fe o incredulidad.

Por eso:
El cristiano, no puede ser como todos.
El cristiano, no puede ser aquel que no incomoda.
El cristiano, no puede ser aquel que todo lo deja igual.
En el cristiano, tiene que haber algo diferente.
En el cristiano, tiene que haber algo que lo distingue.
En el cristiano, tiene que haber algo que molesta.
A mí no me preocupa una Iglesia que crea problemas.
A mí me preocupa una Iglesia y un cristiano vive como el resto.
No me preocupa un cristiano perseguido.
Me preocupa un cristiano a quien todo el mundo acepta.
No me preocupa un cristiano rechazado y criticado.
Sí me preocupa un cristiano al que todos alaban y celebran.
Por eso siento el orgullo de serlo de verdad, por más que el precio sea caro.
¿No será precisamente lo que lo hace interesante y atractivo?
¿No será el Jesús crucificado el que atrae los corazones?

Clemente Sobrado cp.

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