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Nochevieja 2022

P. Clemente Sobrado cp.

Palabras de esperanza: Sábado de la Octava de Navidad

“Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad”. (Jn 1, 1-18)

Y hoy es el último día del año 2022.
Hoy arrancamos la última hoja del Calendario 2022.
Pero la vida sigue, mañana inauguraremos
un nuevo Almanaque.
Hoy no es más que un momento de descanso
para comenzar con nuevas energías.

Atrás quedan muchas de nuestras huellas.
Atrás queda muchos caminos andados.
Atrás quedan muchos días vividos.
Atrás quedan muchas semillas sembradas.
Atrás quedan muchos rosales plantados
que florecerán el próximo año.
Atrás quedan muchas generosidades que no se olvidarán.
Atrás quedan muchas bondades que siguen
madurando en los corazones.

Posiblemente, atrás quedan muchas ilusiones perdidas.
Pero también muchas ilusiones que, hoy siguen brillando
en el árbol de nuestras vidas.
Posiblemente, atrás quedan muchas heridas,
pero que aún podremos curar en el próximo año.
Posiblemente, atrás quedan muchos huecos y vacíos,
de todo aquello que pudimos hacer y no hicimos,
pero que tendremos que rellenar
en el nuevo año que nos espera.
Posiblemente, atrás quedan muchos perdones,
que siguen esperando reconciliaciones.

Que el año que termina ha habido
muchos momentos difíciles.
Pero también ¡cuántos momentos bonitos!
Que ha habido muchos días sin luz,
pero también muchos días llenos de sol.
Que ha habido muchas sorpresas dolorosas,
pero también muchos encuentros gozosos.
Que ha habido muchas caras serias,
pero también muchas sonrisas de Dios.

Fin de año, no es un día para añorar lo que se fue.
Es un día, para agradecer tantas cosas buenas.
Es un día, para cantar lo bueno
que Dios ha hecho en nosotros.
Es un día, para cantar lo bueno
que también nosotros hemos hecho por Dios.

Mira las huellas que quedan en el camino.
Otros las seguirán.
Y Dios se recreará en cada una de ellas.
¡A todos ¡FELIZ NOCHEVIEJA!

En el Día del Padre

P. Clemente Sobrado cp.

Y Dios miró al mundo
y vio a los papás y se dijo a sí mismo:
¡Qué lindo es el corazón de los padres!
¡Cómo me gusta el corazón de los padres!
¡Me encanta ver cómo cada día luchan por ganarse
el pan de sus hijos!
¡Me encanta ver cómo aman a sus hijos!
¡Me encanta ver cómo acarician a sus hijos!
¡Me encanta verlos jugar con sus hijos!
¡Me encanta ver cómo ayudan a crecer a sus hijos!

¡No encuentro en el mundo, nada tan parecido a mi corazón!
De mí han aprendido a regalar la vida.
De mí han aprendido a amar.
De mí han aprendido a perdonar.
De mí han aprendido a valorar a sus hijos.

Nada tan hondo y profundo en el corazón del hombre
como la paternidad.
¡Si lo sabré yo que soy Padre de todos!
¡Si sabré yo lo que es ser Padre!
Cuando pensé en crear al hombre, lo pensé como padre.
Por eso le regalé un corazón capaz de todo.

Cuando yo me revelé y manifesté al mundo,
quise decirles mi nombre.
lo hice “llamándome Padre”.

Es la palabra que mejor suena en mi corazón.
Es la palabra que más me gusta escuchar de los hombres.
Que me llaman “Padre”.
Que me digan “papi”.
Entonces se me enternece el corazón
y los siento a todos dentro de mí.

Por eso, en este “DIA DEL PADRE”,
lo quiero celebrar y brindar con todos vosotros.
Es vuestro día, pero también es mi Día.
¡Desde el cielo os felicito a todos los papás!
¡Pero, desde la tierra, felicitadme también a mí!

¡FELIZ DÍA, PAPÁS!

Santa María, Madre de Dios y Año Nuevo 2022

P. Clemente Sobrado cp.

Virgen Maria Madre de Dios

Palabras de esperanza

“El Señor habló a Moisés: “Di a Aarón y a sus hijos: “esta es la fórmula con la que bendeciréis a los Israelitas: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz”. (Num 6,22-27)

También nosotros estamos llamados a bendecir, a decir bien en nombre de Dios. El mundo está gravemente contaminado por maldecir y pensar mal de los demás, de la sociedad, de sí mismos. La maldición corrompe, hace que todo degenere, mientras que la bendición regenera, da fuerza para comenzar de nuevo. Pidamos a la Madre de Dios la gracia de ser para los demás portadores gozosos de la bendición de Dios, como ella lo es para nosotros”. (Papa Francisco)

¡Feliz Año Nuevo 2022 a todos!
Se nos fue el viejo, que comience algo nuevo.
Y vamos a comenzarlo recordando
y celebrando a “María la Madre de Dios”.
La “Madre de la Navidad”, pero que, durante la Navidad,
dio preferencia a su Hijo.

Durante la Navidad, María se dedicó
a contemplar a su Hijo Jesús,
a ofrecernos en sus brazos y en su regazo a su Hijo Jesús.
Y mientras tanto ella “lo vivía todo en silencio en su corazón”.
Hoy comenzamos el año, recordándola a ella,
admirándola a ella, contemplándola a ella.
Dándole gracias a ella,
por el regalo de su Hijo en la Navidad.
Y aprendiendo de ella a vivir el acontecimiento
del amor de Dios, encarnado en la Navidad.

Y vamos a comenzar el nuevo año:
Con la bendición de Dios a la humanidad en su Hijo.
“El Hijo de la bendición”.
Y con el regalo que todos vamos a hacernos
de “bendecirnos unos otros”.
De sentirnos durante este año, a cada uno de nosotros
“una bendición para los demás”.
Y sintiendo a los “demás como una bendición para nosotros”.
Maridos “como bendición para las esposas”.
Esposas “como bendición para los esposos”.
Padres “como bendición para sus hijos”.
Hijos “como bendición para sus padres”.
Familias “como bendición para los abuelos”.
Abuelos “como bendición para las familias”.

Por eso el Papa Francisco nos dice:
“Pidamos a la Madre de Dios la gracia de ser
para los demás portadores gozosos
de la bendición de Dios, como ella lo es para nosotros”.

No podemos comenzar el nuevo año sin
“regalarnos en familia la bendición”.
Os pido a todos, “bendecíos mutuamente”.
Dejaos “todos bendecir por los demás”.
Esposos, bendecíos mutuamente hoy.
Padres, bendecid hoy a vuestros hijos.
Hijos, bendecid hoy a vuestros padres.
Familia, bendecir hoy a los abuelos
y dejaos bendecir por ellos.
El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti
y te conceda su favor.
El Señor se fije en ti y te conceda la paz
”.

Y bendecir es “decir-cosas buenas”.
Que este año “hablemos bien de todos”.
Y bendecir es “desear-cosas buenas”.
Que este año “nos deseemos lo mejor para todos”.
Como decía en aquellos tiempos
el letrero de las Cooperativas de vino:
“Unos por otros, y Dios por todos”.

Y comencemos el año con esperanza.
La bendición hace posible el cambio, lo nuevo.
Y nosotros somos capaces de “hacer que las cosas cambien”.
Y para ello, comencemos por confiar en nosotros mismos,
por tener fe en nosotros mismos.
El hombre “no es malo por naturaleza”, sino bueno.
El hombre “no odia por naturaleza”, sino que ama.
El hombre “no miente por naturaleza”, sino que dice la verdad.
El hombre “no mata por naturaleza”, sino que da la vida.
El hombre “no roba por naturaleza”, sino que respeta lo ajeno.
El hombre “no es injusto por naturaleza”, sino justo.

Por eso, podemos cambiar las cosas.
Podemos hacer que lo malo lo transformemos en bueno.
Quisiera dejarles como regalo una poesía
de José L. Martín Descalzo:
Y Dios no tenía Madre.
Y Dios la quiso tener.
Por morirse de envía,
se inventó lo de Belén.
Dios es perfecto y sin nada
que le sobre o que le falte.
Él tiene todo y de todo.
Pero no tenía madre.
Y viendo Dios que, en los hombres,
hasta el más débil bebé
tiene el pecho de su madre,
también la quiso tener.
Porque, aunque tenía el cielo,
con todas sus maravillas,
quería el calor de un seno
por no morirse de envidia.
Y así eligió a María
para ser Hijo también.
Como Dios no iba a ser menos
se inventó lo de Belén
”.

¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!
¡CON ESPERANZAS NUEVAS E ILUSIONES NUEVAS!
¡ASÍ TENDREMOS UN MUNDO NUEVO!

Feliz año nuevo 2022

Día de la Madre, en la pandemia

Feliz Día de la Madre! A todas las Mamás

P. Clemente Sobrado cp.

¡Feliz día, Mamás, en vuestro día!

Feliz día “Mamás de la Pandemia”.
Que durante todo este tiempo habéis estado menos con nosotros,
pero habéis atendido a “otros hijos que sufren”.

¡Feliz Día, “Mamás Médicos”, que habéis estado al
lado de la cama de tantos “hijos enfermos”!
Y nos habéis enseñado a
“olvidarnos de nosotros para atender a los demás”.

¡Feliz Día, “Mamás enfermeras”, que habéis atendido
con cariño “a tantos hijos en el sufrimiento”.
Y nos habéis enseñado a dedicar nuestro tiempo
a otros “hijos que también sufren”.

¡Feliz Día, “Mamás Policías”, que tanto tiempo habéis
dedicado en la calle a cuidar que “otros hijos no se contagien”!
Y nos habéis enseñado
“a saber desprendernos de nosotros pensando en los demás”.

¡Feliz Día, “Mamás trabajadoras”, que a pesar de todo
habéis seguido ganando el pan que comemos en casa,
gracias a vuestros esfuerzos!
Y nos habéis enseñado “a luchar en las dificultades”.

¡Feliz Día, “Mamás de la Computadora” que, desde casa,
habéis seguido atendiendo a la Oficina,
y que, tantas veces, os hemos molestado con nuestros caprichos!
Y nos habéis enseñado “a sentiros presentes aun estando ocupadas”.

¡Feliz Día, “Mamás Ambulantes”, que cada mañana,
habéis salido a buscar nuestro pan de cada día,
exponiéndoos vosotras mismas al contagio.
Y nos habéis enseñado “a arriesgarnos por los demás”.

¡Feliz Día, “Mamás Adoloridas”, que habéis dado cariño
a tantos hijos contagiados, hospitalizados o en casa!
Y nos habéis enseñado “a ser más fuertes en las dificultades”.

A todas esas “Mamás de la Pandemia”, cuyo amor y ternura
ha hecho más llevadero nuestro encierro y aislamiento.

A todas esas “Mamás que en su Día”, no pueden estar con nosotros,
porque están atendiendo a
“otros hermanitos nuestros necesitados”.

A todas: ¡Feliz Día Mamás!
¡Y que el Señor bendiga
vuestra maternidad humana y espiritual y de servicio!
Porque hoy, sois
“más Mamás porque tenéis muchos más hijos”.

¡Feliz año nuevo 2021!

P. Clemente Sobrado cp.

Feliz año nuevo

¡Feliz Nuevo año 2021!
Acabas de nacer y ya te estamos pidiendo.
Acabas de nacer y ya estamos poniendo nuestras esperanzas en ti.
Tu padre, el Año Viejo, nos dejó malos recuerdos.
Esperamos que tú puedas despertar tantas cosas muertas
que él nos dejó en herencia.

¿Qué esperamos de ti?
Tal vez pongamos demasiadas esperanzas,
pero es que, si se nos mueren las esperanzas
de nada valdrá celebrar tu nacimiento.
Esperamos:
Despiertes en nosotros la ilusión de seguir adelante.
Despiertes en nosotros las energías de seguir luchando.
Despiertes en nosotros la convicción
de que somos más que nuestros problemas.
Despiertes en nosotros la convicción de que juntos podemos.
Despiertes en nosotros que la fe “hace posible lo imposible”.
Despiertes en nosotros las ilusiones que hemos perdido.
Despiertes en nosotros las esperanzas que se están muriendo.
Despiertes en nosotros las ganas de vivir.

¿Qué esperas tú de nosotros?
Te tomemos más en serio y no como juguete para divertirnos.
Nos tomemos más en serio a nosotros,
porque tampoco podemos jugar con la vida de los demás.
Nos tomemos más enserio los unos a los otros
y nos sintamos más hermanos.
Tomemos más en serio a nuestro país
y no sigamos descuartizándolo, en repartijas políticas,
al servicio de nuestras ideologías o intereses personales o grupales.
Tomemos más en serio a nuestra Iglesia,
y dejemos de ultrajarla con nuestros intereses particulares.
Tomemos más en serio los retos y desafíos que nos esperan.
Tomemos más en serio el mirar todos hacia
un mismo proyecto nacional y eclesial.

Esperas seamos más responsables con la vida.
Esperas seamos más responsables con los demás.
Esperas “unamos esfuerzos” para seguir adelante.
Esperas “no tiremos de la soga cada uno a nuestro lado”.
Esperas seamos más sensibles unos con otros.
Esperas sepamos compartir más los unos con los otros.
Esperas tengamos fuerza suficiente para no “tirar la toalla”.
Esperas tengamos la valentía de cambiar lo haya que cambiar.
Esperas que no dejemos que los demás hagan
lo que nosotros podemos hacer.

Querido año nuevo:
¡Despiértanos!
¡Anímanos!
¡Levántanos!
¡Acompáñanos!
¡Juntos haremos un nuevo camino!
¡Juntos llegaremos lejos!
¡Bienvenido y cogidos de la mano comenzamos a andar!